La diversidad paisajística de Francia es sorprendete, o por lo menos para mí. Mi código deontológico personal no me permitía, hasta hace dos días, viajar sin antes haber averiguado como mínimo cuatro cosas básicas del destino elegido. Al ir virgen al sur de Francia podía esperarme cualquier sorpresa. Lo que no espera es que esa sorpresa fuera tan gratificante.

Hicimos de todo y para todos los gustos. Podemos decir que nos comportamos como verdaderas turistas. Cumplimos todos los tópicos. Incluso nos achicharramos la espalda buscando, durante 2 horas, el aparcamiento de nuestro coche. ¡Un despiste lo tiene cualquiera! Pero no nos engañemos, vacaciones es sinónimo de: relax, sol, cervecita, playa, tapas, amigos etc Retrocedamos; ¿playa? Queríamos que unos rayos de sol hicieran de nuestros cuerpos serranos un atractivo especial y, para nosotras, bañarnos en el mar en verano es imprescindible (Euskadi es muy bonito, pero la playa se pisa en contadas ocasiones).

Llegó el “problema”, Carcassonne y sus alrededores nos encantaron y decidimos quedarnos unos días más por la zona. Así que a la playa no llegaríamos hasta el fin de las vacaciones. No por ello, nos tiramos de los pelos o nos pusimos cardíacas. ¡Buscamos alternativas! Además estamos acostumbradas a  tumbarnos en un prado y tomar el sol tan a gusto, no somos tiquismiquis -después de pasar dos noches de tormenta, una dentro del coche y la otra en la tienda de campaña mal fijada, nada ni nadie podía con nosotras-.

La mejor opción que encontramos fue la visita a tres lagos. Tres remansos de paz, perfectamente acondicionados para pasar un día estupendo y combatir el calor (solo un día hizo bueno como para bañarnos).

1. Le lac de la Cavayère

Cavayère es un magnífico lago de 18 hectáreas. Está situado en un tranquilo entorno natural, tan tranquilo que casi no lo encontramos, cerca de la Cité de Carcassonne. Es un buen lugar para pasear y relajarse, porque a pesar de que el parking se llene con facilidad, no tienes sensación de agobio y gentío. Al ser tan amplio puedes buscar tu rinconcito y elegir la actividad que quieras hacer. Hay una gran variedad de actividades para compartir y disfrutar con los amigos y familiares: mini golf, pedales, pesca con licencia, colchonetas inchables en el agua, pista de petanca, volley y senderos para realizar caminatas -en dar la vuelta al lago se tarda 1 hora-. Además puedes nadar con total tranquilidad, puesto que hay socorristas durante toda la temporada de verano.

*En este lago fue en el que nos bañamos. Te aconsejo que lleves unas zapatillas de río para no andar descalza y poder bañarte con ellas. Hay piedras tanto en la “arena” como en el agua.

2. Lac de Jouarres

De camino a Béziers hicimos una parada técnica - a comer y echar la siesta- en el lago de Jouarres. Es un sitio que no pasa desapercibido en la región Languedoc- Rosellón, ya que su extenso terreno hace posible que los visitantes disfruten de todo tipo de actividades: pesca, windsurf, paseos en barca etc Cuando llegamos el tiempo no acompañaba, estaba nublado. Pero empezó a despejar y se animó el ambiente. En este lugar percibí a muchos abuelos y abuelas con sus nietos.

3. Lac du Salagou

Cambiando de departamento, en Hérault, se encuentra el tercer lago, Lac du Salagou. Es un lago artificial creado para favorecer el riego de los cultivos y regular las crecidas de los ríos Lergue y Herault. Para mí es el más bonito, ya que está rodeado de preciosas montañas que hacen de él un entorno extraordinario. Además la roca rojiza, fruto de diversos fenómenos geológicos, hace que sus tranquilas aguas tengan un color llamativo y su gama de colores sorprenda al visitante.

Miryam Tejada