La playa de Barcelona es… ¡cómo decirlo! ¿Un tanto peculiar? Por no decir otra cosa, y eso que te lo dice una persona que lleva año y medio viviendo en la Ciudad Condal. Y es que el tema de la Barceloneta lo tenemos que hablar. Para mí ir a la playa es sinónimo de vacaciones, descanso, sol, alegría etc cosa imposible de conseguir en la Barceloneta. Soy consciente de que se trata de una playa de paso, en una ciudad cada vez más masificada y en la que prima el famoso dicho de: “el cliente siempre tiene la razón” aplicable en esta ocasión a: “el turista siempre tiene la razón” 

Muchos residentes están hartos de esta situación y optan por ir a playas cercanas, tranquililas, donde poder darte un baño sin peligro de ser robado. Hazme caso y vete a las playas de Gavá, Castelldefels, Badalona, Montgat etc Tienes que ir en tren o autobús, pero merece la pena. Porque no hay derecho a que cada dos minutos aparezca un “personaje” en la Barceloneta ofreciendo: cervezas, masajes, pareos, cocos, mojitos y un sinfín de cosas más.

Aunque no quisiera echar piedras sobre mi propio tejado. No todo es tan terrible. Lo bueno que encuentro en la Barceloneta es la gran riqueza cultural que se entremezcla. Gracias a ello niños, jóvenes y mayores de diferentes partes del mundo interactúan, comparten culturas y aprenden unos de otros.

Y como buen referente turístico que es Barcelona, sus playas están llenas de tópicos. Tópicos que encuentras nada más poner un pie en la arena y con los que un rato te ríes:

• Siempre verás, e incluso oirás, a chicos jugando al voley playa. Las dos nacionalidades que más se pican para jugar un partido son España e Italia. Les encanta competir y lucir palmito. Los italianos no van a la playa recién levantados, la indumentaria y el pelo está premeditada.

• Tampoco faltan los alemanes, suecos, noruegos etc que se ponen rojos como tomates. No sé si se trata de una obsesión o es que no saben aplicarse correctamente la crema solar. Ves a cada uno… ¡Madre mía! Estoy segura que si acuden al médico, las quemaduras son de primero, segundo o tercer grado.
• Los argentinos son perfectamente visibles, se hacen notar. Su acento es inconfundible y su labia extraordinaria. Soy un poco cotilla, lo hago por diversión cuando estoy sola en la playa y es inevitable oír a los argentinos hablar de mate y, sobre todo, de lindas chicas que quieren conocer en la noche barcelonesa.

• Otros que te llaman la atención son los aficionados al surf que desfilan por el paseo con el neopreno puesto y la tabla de surf. Y no es de extrañar que solo paseen porque el mediterráneo, más bien, es una balsa de agua donde las olas escasean.
• También están presentes junto al paseo los aficionados a hacer figuras o castillos de arena para que los turistas lo fotografíen y, sobre todo, les den unas monedas a cambio. Algunos son unos verdaderos artistas, pero otros…

Estos son algunos de los personajes que te puedes encontrar ¿Coincides conmigo en la elección? ¿Crees que me falta alguno? ¡Dímelo! Y así entre todos ponemos un poco de humor al tema, Barceloneta 😉

Miryam Tejada