¿Sabías que muchos barceloneses llaman al barrio de la Barceloneta, el barrio de Ostia o de la Ostia? Lo descubrí hace unos días. Al parecer la palabra “ostia” hace referencia a una antigua colonia romana e importante puerto de mar. Según la tradición, un carguero portugués de Ostia naufragó frente a las costas de la Barceloneta y sus tripulantes se instalaron en unos barracones junto a la playa dando así lugar al nombre. Sin embargo, las cavilaciones y las leyendas no terminan aquí. Otra versión, alude a la desaparecida puerta -ostium en latín- del Mar que daba entrada al barrio. Lo que en la actualidad puedo asegurarte es que el barrio está lleno de curiosidades listas para ser descubiertas. ¡Comienza la ruta!

1º En 1859 el ingeniero catalán Narcís Monturiol botó en el puerto de Barcelona el pez barco, el primer submarino de la historia, fabricado para favorecer la recolección del coral y ayudar a los buzos en peligro. En aquellos días, el atesoramiento de coral rojo del Mediterráneo formaba parte de una gran industria que dejaba ganancias a los municipios costeros, pero también muchas víctimas al realizar esta actividad a pulmón libre o con equipos de inmersión poco seguros. El pez barco navegó sumergido durante 2 horas y 20 minutos. Gracias al éxito Monturiol construyó un segundo submarino, cuya réplica a escala real, puede verse en la plaza del Ictíneo. Los submarinos de Narcís nunca se comercializaron, la empresa quebró y los sumergibles se vendieron como chatarra.

2º En el muelle de los pescadores se puede observar un reloj de cuatro caras instalado en la torre de un faro construido en el año 1772 para indicar la entrada del puerto.

3º Al final del paseo de Joan de Borbó, en la plaza del Mar, está situada la escultura Una habitación donde siempre llueve, de Juan Muñoz. La escultura fue encargada por el Ayuntamiento de Barcelona como parte del proyecto Configuraciones Urbanas para embellecer la ciudad con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. La muerte repentina del escultor madrileño y las complicaciones técnicas suspendieron la instalación que ahora pasa un poco desapercibida para los turistas.

4º En el famoso paseo de Joan de Borbó se asentaban las mejilloneras, unas señoras que vendían los mejillones que se cultivaban en las bateas del interior del puerto de Barcelona. En 1973 las graves intoxicaciones que provocaban los mejillones criados en el puerto obligaron a abandonar las bateas y trasladarlas a Sant Carles de la Ràpita.

Se dice que el famoso futbolista uruguayo Julio César Benítez, jugador del Barça, fue víctima de una intoxicación. Años después la viuda, Pilar Ruiz, en una entrevista al periódico La Vanguardia desmintió que su marido hubiese comido mejillones.

5º El restaurante más antiguo de la Barceloneta es Can Solé (Sant Carles, 4). Sus pescados, mariscos, arroces y carta de vinos han hecho que este popular establecimiento salga en casi todas las guías. El restaurante se fundó en 1903 como una taberna de pescadores. En los años 50 y 60 se consolidó entre las mejores marisquerías de Barcelona.

6º El edificio de la cooperativa obrera La Fraternitat (Sant Carles, 9) se considera el más emblemático de la Barceloneta. El cooperativismo nació en el Reino Unido en 1844 y pronto arraigó en Cataluña. Este primer cooperativismo estaba basado en la ley de subsistencia y accedía a suministrar a los asociados diferentes productos a un precio inferior al del mercado. En 1974 la cooperativa dejó de existir.

7º En 1753 se comenzó a construir la iglesia de Sant Miquel del Port (Sant Miquel, 39)y las primeras casas del barrio. Sobre la puerta de entrada de la iglesia destaca una imagen de san Miguel Arcángel de factura moderna.

8º El edificio de la antigua sastrería Miquel (Maquinista, 10) conserva en su fachada un bello esgrafiado de Emili Ferrer, dibujante, decorador y escenógrafo que participó en la ornamentación del teatro Reina Victoria de Donostia. Emili les convenció para mostrar en el esgrafiado una musa, un ángel y un pomo de flores.

9º El restaurante Can Ramonet (Maquinista, 17) aparece entre las casas más antiguas y mejor conservadas de la Barceloneta. En 1956 dispusieron una bodega de venta de vinos a granel donde también podían degustarse vermús y tapas. De ese modo se convirtió en punto de reunión de los trabajadores de La Maquinista Terrestre y Marítima.

10º De la histórica fábrica de La Maquinista Terrestre y Marítima (final de la calle Maquinista) sólo se conserva la puerta de acceso. En 1881, de esta fábrica salió el puente de hierro de Portugalete. En 1917 se construyó una segunda fábrica entre los barrios de Sant Andreu del Palomar y el Bon Pastor.

Miryam Tejada