Hay rincones encubiertos en la costa Norte de Bizkaia. Huecos en blanco, en donde las aguas marcan el paso del tiempo. Entre las localidades de Sopelana y Bermeo, el litoral más alto, abrupto y deshabitado del País Vasco, hace acto de presencia Gaztelugatxe. Un lugar sagrado. Casi mágico. Al que a nadie le deja indiferente. Son muchas las leyendas en las que se ve envuelto. Trapicheros, piratas, luchas y naufragios provocados por las tempestades.
Dicen que en este accidentado punto, que en pleamar se convierte en un isla, existió una fortaleza. Y en efecto, así podría haber sido. La roca dominante simula un castillo en el mar y su nombre da dos significados: Gaztelu-aitz (peña del castillo) y Gaztelu-gache (castillo áspero o difícil). Otra de las hipótesis, es que pasados unos años, unos monjes templarios, se adueñaron del terreno y convivieron en un minúsculo monasterio, exclusivamente, con las gaviotas y los cormoranes que descansaban para tomar aliento en las caprichosas piedras del lugar.
Hoy es una ermita la encargada de dar la bienvenida a todo aquel que se atreva a desafiar los 241 escalones que hay que subir hasta llegar a la cima. Una ascensión por una especie de muralla china en miniatura. El esfuerzo bien merece la pena. El paisaje y las vistas desde lo alto del peñón son realmente sorprendentes. Y es que todo aquel que sea vasco, siente orgullo, incluso antes del nombramiento, de mostrar al mundo una de las 7 Maravillas Naturales de España.
Las fábulas de los marinos también han contribuido para convertirlo en lugar de peregrinación, ya que muchos hombres de la mar han salvado su vida invocando a San Juan de Gaztelugatxe. Bajo sus aguas, aparentemente tranquilas, se esconde más de una sorpresa. A 12 metros de profundidad, en una pequeña cueva, hay una imagen de la virgen a la que todos los años los submarinistas le llevan flores.
La costa Norte vizcaína también es la más variada; cabos, islotes, penínsulas casi desprendidas de la tierra, playas arenosas y calas de piedra hacen del litoral un recorrido notable. Totalmente recomendable, para todo aquel que quiera vivir el País Vasco de primera mano y comprender su significado. Son muchas las paradas que puedes y debes realizar en los alrededores de Gaztelugatxe. Atenta al cabo Matxitxako, es la proa de Bizkaia. El escondite situado más al norte de toda la provincia. Su faro es la referencia para todos los barcos que se aproximan a la costa vasca. En la actualidad está automatizado, pero quién lo habitaba, tiene el privilegio de contar que, fue el último farero de Vizcaya.
*Consejos y recomendaciones:
- Cómo llegar: se puede acceder desde la carretera que une Bermeo con Bakio (BI-3101)
- El coche mejor que lo aparques en la carretera principal e ir hasta el lugar andando (1km)
- La mejor época para visitar Gaztelugatxe es primavera u otoño. En estas dos estaciones no habrá mucha gente y podrás disfrutar de ésta maravilla a tus anchas
- Si quieres entrar a la ermita ten en cuenta estos horarios: de martes a sábado de 11h a 18h y los domingos de 11h a 15h
- Se celebran sus fiestas el 24 de junio (San Juan Bautista) y el 29 de agosto (San Juan Degollado)
Que bonito es el País Vasco… y que dientes más largos me ponen estas fotos, estoy deseando ir y sí, subiré a esa ermita a pedir el deseo!
Andrea gracias por tu comentario. Encantada de enseñarte todos los rincones de mi tierra. La verdad que es una maravilla poder disfrutar de unos días y recorrer todos los lugares mágicos que tiene Euskadi. Espero que puedas ir pronto y que me cuentes tooooooodos los detalles de tu visita. Si necesitas alguna recomendación o cualquier otra cosa no dudes en hacérmela saber, ya sabes donde estoy Un saludo