El Barrio Gótico constituye el núcleo central de la Ciudad Vieja. Por él pasean tanto barceloneses como turistas, pero quizá no sepan todo lo que sus rincones esconden. Entre iglesias, plazas, murallas etc subsisten joyas arquitectónicas, curiosidades y leyendas que merecen ser descubiertas. ¡Comienza el recorrido!

1º La iglesia de Santa Anna, junto a plaza Cataluña, parece estar oculta entre altos edificios y frondosos árboles. Su construcción data del año 1146 y destaca su puerta gótica e interior de estilo romántico.

2º Continuando por la calle Santa Anna accedes al Portal de l’Àngel, donde estaba situada la puerta de los Ciegos. La leyenda cuenta que Vicente Ferrer vio encima de la puerta de la muralla a un ángel empuñando una espada. Éste le dijo que custodiaba la ciudad por mandato del Señor. Años después, cuando Barcelona sufrió una epidemia de peste, los consejeros solicitaron ayuda al ángel y la peste remitió. En agradecimiento construyeron una capilla y se cambió el nombre de la puerta de los Ciegos, por Ángel. Otros cuentan que cada 2 de octubre se celebraba en Portal de l’Ángel una feria de granadas. A ella acudían las mujeres embarazadas para comer este fruto símbolo de fertilidad, al tiempo que solicitaban protección para su hijo.

3º En Portal de l’Ángel también está el edificio de Can Jorba. En la 5º planta de los almacenes había un parque infantil, un teatro de títeres y un pequeño zoo que incluía un chimpancé. En 1961 por un descuido el chimpancé se escapó y estuvo varios días desaparecido. Tras ser capturado se hizo popular en la ciudad y arrancaba las risas de los niños.

4º La chocolatería Fargas (Pi, 16) está entre las tiendas más antiguas de Barcelona. Conserva la decoración modernista de los años veinte y guarda una piedra de moler cacao adquirida cuando la pastelería suprimió a los chocolateros a domicilio. Los bombones pronto alcanzaron la fama y cuentan que el señor Vendrell, comandante de húsares, acudía a la chocolatería montado en un caballo blanco.

5º La Casa del Gremio de Tenderos data de 1685. En 1781 fue reformada con esgrafiados, formados por angelitos sobre nubes, que decoran su fachada, presididos por una imagen de san Miguel de factura moderna, ya que desapareció la original durante la Guerra Civil. Los esgrafiados, de los más antiguos de Barcelona, fueron hechos con arena de playa y han sido restaurados hace unos años.

6º Junto a la cuchillería Roca comienza la calle Peritxol, un calle documentada desde 1340. Está repleta de granjas –nombre que reciben en Barcelona las chocolaterías-, salas de arte, joyerías de diseño y varias tiendas, con apenas 130 metros de largo y 3 de ancho, es un referente de la cultura: en el nº2 está la librería Quera, especilizada en mapas y libros de montañismo y en el nº11 tuvo su estudio la cantante Montserrat Caballé.

7º Los restos de un arco del antiguo portal del Castell Nou (Call, 5) se ven incrustados en la fachada de una casa gótica del siglo XIII. En el castillo se refugiaron numerosos judíos durante el asalto del 5 de agosto de 1391. 300 fueron asesinados y desde ese momento la convivencia entre cristianos y judíos se deterioró. En 1492 un decreto de los Reyes Católicos ordenó la expulsión de los judíos. Durante el siglo XIV el Castell se empleó como cárcel. Y en el siglo XIX se la conoció como torre de Cató, ya que la mandó cosntruir Marco Porcio Cató.

8º La Casa del Alquimista (Arc de Sant Ramon del Call, 8) oculta una leyenda. El alquimista judío tenía una hija que rechazó el amor de un joven cristiano que solo pretendía acostarse con ella. En venganza, el joven encargó al padre de la chica una pócima que con solo olerla provocaba la muerte. El padre realizó el encargo sin saber que era para su hija. Tras la tragedia, el padre abandonó la casa, le lanzó una maldición al joven y durante años se conoce como la Casa Encantada.

9º La comunidad hebrea de Barcelona llegó a sumar 4.000 almas, el 10% de la población. La judería se dividía en dos barrios: el Call Mayor, dentro de las murallas, y el Call Menor, fuera. Varias lápidas dejan constancia de su presencia. La más importante (Marlet, 1) se descubrió al derribar en 1820 una casa donde supuestamente vivió santo Domingo de Guzmán. (Se conservan más lápidas)

10º En la fachada de la iglesia de plaza de Sant Felipe Neri hay huellas del bombardeo sucedido durante la Guerra Civil. Un tercio de las víctimas eran niños, ya que estaban refugiados en la guardería infantil Felipe Neri. A esta misma iglesia se dirigía Gaudí la tarde en la que murió atropellado por un tranvía.

11º En la plaza de la Catedral hay dos torres de la antigua muralla romana. Junto a la torre de la izquierda se observa la reconstrucción de un arco que pertenecía a un acueducto.

12º El buzón de la Casa de l’Ardiaca presenta varias esculturas: una tortuga, cinco vencejos, unas hojas de hiedra y un escudo con la balanza de la Justicia. Se trata de una sátira de la Justicia, que debería ser rápida como el vuelo de los vendejos y es lenta como el caminar de las tortugas porque los pleitos se enredan como las ramas de una hiedra.

13º En el claustro de la Catedral viven ocas relacionadas con una leyenda. Una noche unos ladrones pretendían roban en la logia donde guardaban el sueldo de los operarios. El encargado tenía junto a la logia un corral con ocas que ante la presencia de intrusos, empezaron a graznar de manera escandalosa hasta poner en fuga a los asaltantes.

14º Los gremios artesanales se crearon para evitar la competencia desleal y regular la actividad de sus miembros con leyes que marcaban la división de las tareas. En la bóveda de la catedral se pueden ver varias tumbas gremiales dotadas de bellas inscripciones que especifican los gremios a los que pertenecían.

15º La Colonia Faventia lulia Augusta Paterna Barcino la fundó Octavio Augusto en el año 10 a.C. sobre una pequeña elevación del terreno cercana a la playa, en el denominado monte Táber (Paradís, 10). Fue este lugar el elegido porque el llano se inundaba con facilidad debido a la abundancia de aguas, y de esta ubicación parece derivar, al margen de leyendas, el nombre de Barcelona.

Miryam Tejada