Madre de mí vida y de mí corazón, toooodo lo que se come en Asturias. ¡Es increíble! Encima es cocina casera y está para chuparse los dedos.

¿Quieres carne? De vacas viejas. ¿Prefieres pescado? Del Cantábrico. ¿Eres vegetariana? Don’t worry! La huerta asturiana es variada y fresca, pues que esté 355 días del año lloviendo da sus frutos. ¿Y los postres? El arroz con leche en Asturias nunca falta. ¿Y qué me dices de las tartas de queso? Elaboradas con quesos asturianos… sin comentarios.

Sólo con pensar en los platos que probé en el viaje a Ribadesella (Asturias) se me hace la boca agua. Y la tripa, los muslos, el culo… pasan factura, se resienten. ¿Te acuerdas del gimnasio aquel al que te apuntaste un 2 de enero? Recuerda en qué cajón esta porque te hará falta si eres de constitución ancha.

¡Dónde comer en Ribadesella! 5 restaurantes de calidad

Güeyu Mar

Enclavado en la Playa de Vega, a 7km de Ribadesella, se encuentra EL RESTAURANTE. Ahí como si no quiere la cosa, junto al mar, en un paraje salvaje sin igual. Te aseguro que sólo por su ubicación merece la pena ir y tomarte una sidrina.

Pero centrémonos en el tema que nos concierne, la comida. Luisa y Abel, los propietarios del restaurante Güeyu Mar, dominan a la perfección el pescado a la brasa, la especialidad de la casa. Todos los días acuden a la rula (lonja) para hacerse con el mejor producto fresco del mar Cantábrico y ofrecérselo a sus clientas. Clientas que como nosotras experimentan, en primera persona, el sabor del REY, el pescado insignia del cocinero.

Los postres son de escándalo, sobre todo, las tartas de queso. La de Gamonéu (un queso azul que se elabora, principalmente, en el concejo de Onís) es de sabor fuerte y se asemeja al de cabrales. Si te va la marcha pruébala porque no la encontrarás tan fácil.

Aviso a navegantes: el restaurante cierra los miércoles y no sirve carne. Es decir, no vayas a Güeyu Mar con el propósito de meterte un chuletón entre pecho y espalda. Céntrate en el pescado que es bueno en Omega3, fósforo, magnesio, etc

La Huertona

A medio camino entre la civilización y los montes asturianos, con vaques asturianas de fondo y una cristalera que muestra un paisaje de infarto, se encuentra el restaurante La Huertona. Sitio idóneo para las vegetarianas, ya que las verduras marcan el tempo de los platos. Y para las mujeres atrevidas que buscan tradición y vanguardia.

Su máxima es mimar y ponderar los productos de la tierra y del mar. Por ello, la carta que te ofrecen está elaborada en función de la temporada y la materia prima con la que cuentan.

No obstante, te puedes decantar por el menú degustación. Una selección de tres entrantes, un guiso (fabes, en este caso), un pescado (rape), una carne (solomillo) y postres. ¿Alguien da más?

Un secreto: en la parte baja del restaurante hay un txoko (sitio pequeño) llamado Casa Luz. Un rincón íntimo en el que puedes degustar tapas y raciones en compañía de una buena sidra.

Mesón La Fuente

El típico, típico, típico restaurante de pueblo con un menú del día que nada tiene que envidiar a un estrella Michelín.

Cinco primeros y cinco segundos. Suficiente para detectar que la comida es casera y contundente. No te vayas del Mesón La Fuente sin probar unas fabes, el potu asturiano, la sopa de hígado… pues sus platos TOP son los de cuchara.

Con libreta y bolígrafo, el camarero anotó: una sopa de pescado (la pedí yo, ya que esa misma mañana me comentaron: “la sopa de pescado de La Fuente está riquísima”), dos menestras de verduras, una fabada asturiana (las fabes las cultivas ellos mismos en la huerta que tienen enfrente del restaurante) y una ensaladilla rusa.

De segundo: dos tortillas de patatas (individuales y cocinadas al momento), una de carrillera de ternera guisada y un cachopo de setas. ¿Postres? Lo tradicional, arroz con leche y tartas de queso.

No hay nada más que añadir. Vete soltando el botón del pantalón porque te vas a poner fina, y apunta la dirección: a 3km de Ribadesella, a la sombra del Picu Cueri, y a 1km de la cuadra de caballos L’Alisal.

El Campanu

Quién regenta el restaurante es José Manuel Mori Cuesta “El Marques”, un prestigioso pescador que sabe tratar la materia prima. De hecho, se llama El Campanu porque en cinco ocasiones ha pescado el primer salmón de los ríos asturianos: el Campanu.

Cabe destacar la cocina tradicional y autóctona, desde pescados y mariscos hasta excelentes carnes como el jabalí. Te recomiendo que pidas los cachopines de jabalí. No iba a ser todo pescado en Ribadesella 😉

El restaurante alberga el sello de calidad de la Cofradía de Pescadores “Virgen de Guía” de Ribadesella, lo que garantiza la frescura y calidad de sus productos.

*Las raciones son hermosas. No abuses al pedir, y sino llévate algún que otro tupper por sí sobra 😉 

El Ático de Tito Bustillo

Pasamos de lo tradición a la “innovación” (entre comillas, pues el arroz caldoso con nécoras que comí es de toda la vida) en el restaurante El Ático de Tito Bustillo, del chef Bruno Lobám (cocinero y propietario del restaurante Quince Nudos de Ribadesella).

Fue un privilegio probar la cuidada cocina de Bruno.

Carpaccios!!!

Y por supuesto, degustar lo que hacía tiempo tenía pendiente de saborear: el plancton (un alimento marino para potencia tus platos y hacer que tengan un intenso sabor a mar de forma natural y saludable).

En realidad, se trata del restaurante y cafetería del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, justo al lado de la cueva que lleva su nombre. Tomarse un cubata en un día soleado, pero fresquete de temperatura, en la terraza que tiene con vistas a Ribadesella y a su ría no tiene precio.

Bon appetit!!!