Madre mía, cuántas veces habré oído decir:
- ¡Jo! Tú viajas tanto porque encuentras cada chollo… Así yo también.
- ¡Hala, qué apartamento más chulo! Yo eso no encuentro ni de coña.
- Tienes que ganar bien, bien para permitirte esas habitaciones tan monas.
What?!!
¡O sea no, basta ya! Si no viajas es porque no quieres, o mejor dicho, porque no te molestas en buscar lo que se adecua a tu presupuesto e interés. Los chollos y las cosas apañadas de precio existen, y son vox populi. El problema viene cuando hay que dedicarle tiempo y saber en qué webs mirar.
Al grano, Hundredrooms
El comparador por antonomasia que contrasta apartamentos turísticos o casas vacacionales entre más de 100 webs es Hundredrooms. Repito: HUN-DRED-ROOMS.
Tiene alojamientos para todos los gustos y, sobre todo, bolsillos (compara el precio). ¿Quieres piscina? ¿Quieres barbacoa? ¿Quieres que admita mascotas? Pon filtros y tendrás lo que deseas. Compara entre Airbnb, Booking.com, bemate.com, habitat apartament, y otras muchas webs del sector turístico. Además, hay apartamentos en todos los destinos que puedas imaginar, así que ya no hay excusas vete despegando el pompis del sofá 😉
“El apartamento te da libertad”
Hablo de apartamentos, puesto que es mí alojamiento preferido. Considero que si las vacaciones son de larga estancia, sentirte como en casa es una máxima dentro de lo que supone viajar. Agradezco disponer de autonomía y hacer lo que me plazca en cualquier momento. Incluso, me atrevo a decir que ahorras dinero. Si cocinas en casa y te lo llevas en un tupper a la playa, montaña, lago, etc la economía viajera se verá aliviada.
Desde pequeña he viajado así (anda que no habrá hecho mi madre tortillas de patata ricas, ricas) y, siempre que puedo, acostumbro a hacerlo. De hecho, el verano del 2015 estuve con mis padres de ruta por Italia, Croacia y Eslovenia y nos decantamos, después de comparar varias opciones en Hundredrooms, por alquilar dos apartamentos –en ubicaciones diferentes- con Airbnb.
¿La experiencia? Todo un éxito.
Mi mayor miedo eran mis padres, ¿cómo les explicaba que dormiríamos en casa de unas desconocidas que nos dejaban su piso? El concepto turismo colaborativo a su casa no había llegado y este tipo de webs, lo entiendo, son muy “adelantadas” para ellos. Y más, si en los medios de comunicación les ponen a caer de un burro…
Pues te digo una cosa, se quedaron encantados con la experiencia. No pusieron ni una pega, tanto que ahora son ellos quienes se manejan y miran sus cosillas.
También ayudó el hecho de conocer en persona a los propietarios de los apartamentos en los que nos alojamos. En Milán, por ejemplo, fue mi madre quién se entendió “en italiano/castellano/inglés” con una parejita joven encantadora sobre las normas de la casa. Tan buena fue la primera impresión que cuando nos los encontramos una noche, de casualidad, su interés por nuestra comodidad fue excelente.
Así que, ya sabes, no te resignes a no viajar porque no encuentras “chollos”. Seguro que en Hundredrooms hay uno a tu medida.
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