No me tachéis de loca a la primera de cambio porque todo tiene su explicación. En la zona de Dordoña-Périgord, situada en la región francesa de Aquitania, hay 1001 castillos y muchos están medio abandonados y en venta. He aquí la clave de mi ilusión. Así que, no se me ha ocurrido mejor idea que pedir presupuestos.
De hecho, la escapada a Francia ha sido para aprovechar la visita a alguno de ellos, pues 44 castillos están abiertos al público. Muchos se han dejado a su suerte, pero otros se conservan en perfecto estado.
Además, como la vivienda en España es… ¿inaccesible? (cualquiera se atreve a comprar un pisazo de 50m2) he dicho: “Quizá en Francia me dan subvenciones por restaurar su patrimonio arquitectónico ¡Quién sabe!”.
¿Te gusta el Chateau Commarque? Podría ser el ELEGIDO
El Chateau - palabra refinada para una señorita como yo- Commarque ha quedado suspendido en el tiempo. Fueron los arqueólogos, bajo una vegetación de 400 años, quienes hallaron las ruinas de un pueblo fortificado con torreones y casas talladas en roca. De hecho, para llegar tienes que caminar por un bosque con una vegetación espectacular y sentir los ruidos de la naturaleza.
El castillo incluye todo un pack: cueva prehistórica, refugios trogloditas, por lo que pueda suceder, y torres defensivas. Aquí una partida al escondite dura, lo menos, una semana 😉
No fue sencillo decantarme por MÍ CASTILLO
Me vi en la obligación de hacer una ruta por los castillos del Périgord y ver la gran diversidad de fortalezas que atesora Francia. Debido a las épocas sucesivas de construcción cada uno es de un padre y una madre diferentes. Eso sí, todos elegantísimos y con toques místicos. Tan místicos que no hay uno que se salve de tener una leyenda trágica: aquí murió el Conde X decapitado, en este a la doncella Z la tiraron por la ventana, en el otro todos sus habitantes tuvieron lepra… En fin, un conglomerado de historias para no dormir.
Incluso algún castillo te lo venden con compañera de piso
No obstante, la LEYENDA en mayúsculas es la del Castillo de Puymartin
Y es que cuenta la fábula que en el siglo XVI Thérèse de Saint-Clar fue sorprendida por su marido, cuando éste volvió de la guerra, en los brazos de su amante. Celoso al verla, su marido mató al querido y encerró a Tesera durante una quincena de años junto a la Sala de los Guardias. La puerta fue tapiada, aunque la comida se la proporcionaban por una pequeña trampilla. Además, la habitación tenía una ventana con dos barrotes para impedir que la mujer se evadiera y siguiese cuerda (qué suertuda la muchacha, eh).
Cuando murió no dejó la Sala de los Guardias, pues su cuerpo fue emparedado en ella. Desde entonces, durante noche, Teresa deambula por el castillo. Se pasea por los caminos de ronda o las escaleras, por las hermosas habitaciones e incluso toca el piano. Quizá, ¿busca reencontrarse con su amante? Lo cierto es que ahora Puymartin es conocido por el espíritu de la Dame Blanche.
*Esta anécdota tiene su aquel porque nos la contó un señor barrigón con la bragueta abierta, que sólo hablaba francés, le faltaba el aire cuando se movía, sudaba y recolocaba todos los muebles que encontraba a su paso. Y se reía sólo. Imagino que al ver nuestras caras de circunstancia cuando nos dio unos papeles mugrientos que narraban, en un español bastante malo, la leyenda que nos estaban contando. ¡Un show!
En esta ocasión, no he podido adquirir el Castillo de Puymartin porque es el Conde Henri de Montbron quién reside actualmente en él.
Sin embargo, una visitilla -la entrada cuesta 8 euros- sí que merece la pena. Está ubicado entre Sarlat y Les Eyzies y sus altas torres, entre frondoso bosque, no pasan desapercibidas. Al igual que la elegantísima decoración que conserva. En su interior destaca la escalera de caracol, la habitación mitológica y la sala principal, donde íntegramente alberga tapices del taller de Aubusson.
Además, si se te antoja celebrar tu boda, un evento de empresa o una reunión familiar en el «Castillo Encantado Puymartin» puedes alquilar una de sus salas. Como segunda vivienda no es mala idea 😉
Viaje en globo por el Valle del Dodoña
Como tampoco es mala idea sobrevolar en globo «la tierra de los mil castillos», tal y como se le conoce al Périgord. Acoge château vinícolas, en donde las visitas guiadas pueden ir acompañadas de catas de vinos, fortalezas en las que puedes hospedarte y sentirte como una reina, y sobre todo, castillos de gran importancia histórica.
Opción de compra 467 con playa privada
Encaramado a un acantilado de 150 metros de altura, Beynac domina el valle Dordoña desde hace 900 años. Esta fortaleza inconquistable, sede de una de las cuatro baronías del Périgord (junto con Bourdeilles, Mareuli y Biron), se encuentra situada frente a su rival durante la Guerra de los Cien Años, Castelnaud. Tanto el uno como el otro están, en la actualidad, perfectamente restaurados por sus propietarios y los más de 200.000 visitantes que reciben cada año.
No compré Beynac porque no me convenció. Demasiado trasiego de turistas para mí gusto.
Yo busco tranquilidad y Beynac-et-Cazenac está situado en mitad de una localidad medieval preciosa a la que acuden diariamente cientos de personas. No quiero que todo el mundo cotillee mis fiestas, las remodelaciones que haga en el castillo… Además, la fortaleza ya no es un misterio para el mundo, pues sirvió como escenario para la película de Juana la Loca.
Un castillo con piscina ¡Lo MÁS!
Con el castillo de Malartrice me he venido arriba y he intentado comprar la localidad de La Roque-Gageac en su totalidad. ¡¡¡Me encanta!!! Es un lugar idílico donde seguir alimentado mi blog de viajes. Un rincón francés cargado de historia, y la posibilidad de realizar un viaje en el tiempo a bordo de una tradicional gabarra por el río Dordoña.
¡Y hasta aquí puedo leer!
Me encantaría decirte cuál es el castillo que he adquirido, pero todavía no tengo las escrituras ni el contrato firmado. Mi abogado me ha aconsejado que mantenga la boca cerrada -con lo que me gusta a mí un cotilleo en condiciones-. Así que nada, cuando sea la inauguración recibirás un WhatsApp con todos los detalles. ¡Atentas al móvil!
*Post dedicado a todos los preciosos castillos que me han ido sorprendiendo por las carreteras de Dordoña-Périgord en Francia. Quién pudiera…
P.D: la foto de portada corresponde al Castillo de Monbazillac. La fortaleza, en pleno corazón de un prestigioso viñedo, es propiedad de Monbazillac desde 1960. Data del siglo XVI y presenta una mezcla de sistemas defensivos medievales y detalles refinados del Renacimiento. Otras opción posible… yo no digo nada 😉
Virginia dice
Me parto con el enfoque del post, me ha encantado!! Yo que tú me quedaba con el que viene con compañera de piso!! :S :S :S
Un beso guapa!
Autora dice
Con la compañera de piso y el guía barrigón y sudoroso ¡Recuerda! 😉 Gracias guapa, mea legro que te haya gustado
Saludos
ahoratocaviajari dice
No sabíamos que te fueran tan bien las cosas como blogger de viajes!!!! Pero nos alegra!!! Ya nos contarás cómo se hace… También queremos un castillo para cuando volvamos de Latinoamérica!!!! jajjaja
Autora dice
Os habéis ido y las cosas han cambiado mucho… Tanto que a la vuelta os codearéis con la aristocracia 😉 jajajaja
Saludos chicos
Bea dice
jajaja me parto con el post!! Muy bueno , flor! 😉
Yo también me quedaría con el que viene con compañera de piso, seguro que no me iba a aburrir…
Autora dice
jajajaja Gracias guapa!!