¿Cuántas veces has oído la mítica frase de: “¡Teruel existe!”? Muchas, ¿verdad? ¿Pero realmente sabes de dónde viene la expresión?
Proviene de un movimiento social que nació en el año 1999. Una demanda para la provincia de Teruel, España, en inversiones e infraestructuras del estado y la comunidad autónoma, para poder alcanzar el nivel de desarrollo que tienen el resto de provincias. Algunas de las reclamas más importantes: la autovía (Teruel ha sido la última en tener algún tramo), el AVE, programas para frenar la despoblación o mejoras en el sistema sanitario.
Y es que Aragón ha manifestado de forma muy clara una despoblación. Existe un gran contraste entre el medio urbano y el medio rural. La capital, Zaragoza, tiene una densidad de población muy alta, pero en las áreas limítrofes baja hasta valores poco elevados (menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado). Hay en marcha proyectos de inmigración. El objetivo es dar un nuevo impulso a los pueblos del medio rural; como sucede en Castelnou, con la creación de viviendas unifamiliares que animan a parejas jóvenes con hijos a trasladarse.
Sin embargo, turísticamente no es una provincia para obviar. La capital es conocida por albergar el mausoleo de los amantes de Teruel. Aunque también encontramos pequeñas poblaciones con un encanto especial: Calanda, donde quedó inaugurado el museo dedicado al director de cine Luís Buñuel, Alcañiz, conocida por el circuito de Motorland, o Molinos, el pueblo de las grutas de cristal. ¡Un singular rincón poco conocido!
Las grutas de cristal me recordaron a cuando uno es pequeño y sueña con lo que va a ser de mayor. ¡Bombero!, ¡astronauta!, ¡médica, maestra…! Y es, en esa interminable lista de profesiones, la arqueología la que nunca falla. Pues bien, así me sentí yo cuando estaba en la mitad de esa enórme galería subterránea, como un arqueólogo capaz de averiguar más sobre cuevas. Sé que son los espeleólogos los que estudian las cavidades subterráneas, pero tuve la inquietud de saber más. Por eso os comento aquí mis pequeñas indagaciones.
Miryam Tejada