La Rioja es una comunidad autónoma cómoda. Me explico. Es un destino para todos los gustos y bolsillos. Los datos lo avalan; los establecimientos turísticos registraron en 2014 las mejores cifras de la última década (según datos del INE) Y no es de extrañar, ya que juega con una baza muy importante, el enoturismo.

Son más de 500 las bodegas que hay en la región, de las cuales 80 con visita turística. La cultura del vino atrae mucho turismo, por ello año tras año se reinventan para promocionar La Rioja como destino experimental. Abel Bayo, consejero de educación, cultura y turismo, destacó el “éxito” de la participación de La Rioja en Fitur 2015. El stand atrajo a 29.000 visitantes, de los cuales 150 eran periodistas de todo el mundo interesados por conocer la oferta turística de la autonomía.

No obstante hoy me centro en la capital, Logroño. Una ciudad definida por su cultura vinícola y su condición de amparo de peregrinos antes de retomar la marcha hacia Santiago de Compostela.

Un día en Logroño 

Mañana: 

- Visita a una bodega 

Ir a La Rioja y no visitar una bodega es un pecado. No solo por ponerte chato de vino, sino por la inquietud de sumergirte en las raíces vinícolas. Sin necesidad de salir de Logroño puedes conocer 8 bodegas. Yo te recomiendo la que visité: bodegas Franco-Españolas. Es una de las más grandes de La Rioja y con más de 120 años de historia. La entrada son 9 euros e incluye visita guiada, cata de un vino y picoteo de salchichón y chorizo.

- Vinos por el centro 

Para seguir el ritmo de los logroñeses y degustar su mayor riqueza, sus caldos, te aconsejo que lo hagas por el centro. Es sencillo y rápido desplazarse a pie por la ciudad, las distancias son cortas. Entre vino y vino no te pierdas su patrimonio y atractivos turísticos como la Puerta del Revellín, el edificio de la Tabacalera, la Iglesia de San Bartolomé, el Palacio de los Chapiteles, la Concatedral de Santa María de La Redonda, el Espolón o la Plaza de Abastos entre otros.

Comida: me recomendaron el Bar Tolmay (en la plaza San Bartolomé junto a la Catedral) y no lo dudé. Un menú por 12 euros con 6 platos de primero y segundo a elegir. Cantidades grandes, comida riquísima y postres caseros. La leche frita y los pimientos rellenos espectaculares, lo aconsejo.

Tarde: 

- Paseo a orillas del río Ebro 

¡Para bajar la comida qué mejor que un paseo por la ribera del Ebro! El río es una avenida más de Logroño que te brinda bonitas instantáneas de la ciudad (recuerda llevar la cámara). En tu caminata podrás disfrutar de extensas zonas verdes, puentes y monumentos significativos. No obstante, mi rincón favorito es la Casa de la Ciencia. Un lugar dedicado a la divulgación de la ciencia y la tecnología. El edificio era antiguamente el matadero municipal, ahora está rehabilitado y en su exterior hay un parque “infantil” público en el que poder comprobar algunos fenómenos físicos.

Noche: 

- De chiquiteo por la calle Laurel

No puedes irte de Logroño sin antes haber pisado la ya popular calle Laurel. Esta zona también es conocida como la “senda de los elefantes”, ya que tratar de recorrer los más de 60 bares que hay tomando un vino en cada uno de ellos y salir vivo es complicado. Se dice que quien lo consigue sale de Laurel con una trompa y a cuatro patas como los elefantes. Jóvenes y mayores se animan con la ruta del chiquiteo (ir de poteo decimos los vascos) y de degustación de tapas:  gargonitos, champiñones, pintxos morunos… Hacía las 22:00 horas se crea una atmósfera especial en la que las risas y el buen rollo predomina. Sabes cuando empiezas la ruta, pero nunca cuando la acabas 😉

CURIOSIDADES RIOJANAS (al estilo Miryam)

-  Es habitual que los vascos tengan una segunda vivienda vacacional en La Rioja. Ezcaray, Labastida, Haro o el camping de Castañares, son entre otros municipios los más demandados.

- Las bodegas riojanas han invertido cantidades desorbitadas para modernizarlas. Y es que estas “bodegas-museos” consiguen atraer tanto a los amantes del vino, como a profesionales del arte, la arquitectura y a curiosos. Hoy en día son unas 10 bodegas las que están creadas por algunos de los mejores artistas como: Fran Gehry, Rafael Moneo, Richard Rogers, Santiago Calatrava, Mazieres y Zaha Hadid.

- En el Monasterio de San Millan de la Cogolla, también conocido como la “Cuna de la Lengua”, se escribieron las Glosas Emilianeses, las primeras notas en euskera 

Miryam Tejada