A veces es necesario desconectar de una gran urbe como Barcelona porque realmente agota. Entro al metro y empiezo a sudar la gota gorda, los coches no dejan de pitar, caminar por el centro es todo un desafío y encontrar un hueco en la Barceloneta es misión imposible.
Además, como en España lo de edificar es deporte nacional, no hay abundantes zonas verdes. En este sentido Vitoria lo está bordando, al igual que otras capitales europeas. Los ciudadanos se benefician del bienestar con enormes parques naturales. En algunos incluso hay ardillas. Ese animalito que las abuelas cuentan que podía cruzar España de Norte a Sur, existe.
Y no es que yo sea Edurne Pasaban que necesita montañas en vena, pero de pasar a vivir rodeada de montes en Euskadi, a alimentarme de contaminación es un salto heavy. Así que, la solución más viable para una excursión de un día es visitar el parque natural de Collserola, a media hora en transporte público de Barcelona.
Collserola, el parque de recreo de Barcelona
Es un privilegio para la Ciudad Condal y sus alrededores contar con más de 800.000ha de espacio natural protegido.
En tu paseo verás vegetación mediterránea con pinos y encimas que no me llega a convencer. Sé que es el paisaje que predomina en muchas zonas españolas, pero es que los árboles, arbustos, plantas, etc me dan pena. Por mucho que se adapten al clima está todo seco, es como si les faltara vida. Y es que donde esté el paisaje verde, frondoso y elegante del Cantábrico que se quite el resto (soy muy vasca, lo sé).
La fauna es lo más sorprendente. Ves desde pájaros rarunos, grandes tortugas, patos de todos los tipos y estilos, hasta jabalís. Se acercan hasta donde están las familias de picnic sin miedo. Tienen más hambre que otra cosa.
Itinerarios del Parc de Collserola
Hay 7 itinerarios por los que decantarte. Dependiendo el ánimo que tengas, tu estado físico y el tiempo del que dispongas realiza uno u otro. Alguno, incluso, está adaptado para las personas que vayan en silla de ruedas. *Para saber que itinerario va más contigo, tienes la información detalla de todos ellos en la web oficial del Parc de Collserola.
Nosotros optamos por un recorrido circular de 1 hora y 30 minutos de duración en el que el atractivo principal es llegar a la Font de la Budellera.
El paseo no tiene pérdida, se sale desde el Centro de Información en dirección a la escuela Cipreses y con seguir las indicaciones –está todo súper bien señalizado- realizas la ruta sin ningún problema. También te la puedes descargar desde la web de itinerarios que te he facilitado en el párrafo anterior.
Font de la Budellera
La fuente de la Budellera y el paraje ajardinado fue obra de JCN Forestier a comienzos del siglo XX. Es la más popular entre las que se conservan en el parque, ordenada a base de muros, terrazas y escaleras.
Y como no podía ser de otra manera está envuelta en una leyenda, o varias. Algunas relacionan su agua con propiedades medicinales para prevenir y curar los males de estómago. Y otras lenguas comentan que a sus pies se fabricaban cuerdas para guitarras. Estas se hacían con las tripas de animales secados o salados, y las tripas ablandaban con agua de la fuente antes de trenzarlas. ¿Sería verdad? ¡Mola!
Durante el paseo vete fijándote porque verás casas modernistas, el Parque de Atracciones del Tibidabo o la Torre de Collserola, entre otros atractivos más.
Como atractivo principal, la zona recreativa que hay al final del recorrido. Es una explanada con mesas corridas para comer, porterías y canastas para niñas y un restaurante donde sirven menús del día y çalcotadas. Un plan perfecto para exprimir el fin de semana.
Las curiosidades del Pantano de Vallvidrera
Terminamos la caminata con una visita al pantano de Vallvidrera.
El pantano se construyó en 1850 para suministrar agua a las habitantes de Sarrià (actual barrio de Barcelona). Al embalse le acompañaba la Mina Grott, que en un principio conducía el agua a su destino final y cambió su actividad para que circulara el primer tren eléctrico de pasajeros que entró en funcionamiento en España. El tren abarcaba el kilómetro y medio que separaba Barcelona del otro lado de la montaña en Vallvidrera.
El ferrocarril formaba parte de una estrategia para crear una especie de parque de atracciones en la zona.
Sin embargo, la “atracción” duró poco, ya que no pudo enfrentarse a las trabas legales y administrativas que su competidor, el parque de atracciones del Tibidabo le supuso. No obstante, llegó a transportar cerca de 40.000 personas.
Como la caminata llegaba a su fin y las tripas nos crujían sacamos los bocadillos que habíamos preparado y como auténticos domingueros nos marcamos un picnic delicioso. Para nosotros el senderismo siempre viene acompañado de un buen pintxo 😉
¿Cómo llegar a Collserola?
En transporte público es rápido y cómodo. Se llega con los ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña. Se coge el tren en Plaza Catalunya, mismamente, y tu parada es la de Baixador de Vallvidrera (son la líneas S1 o S2, ambas te llevan a tu lugar de destino). Una vez allí con seguir las indicaciones, o a la gente en fin de semana, es suficiente, no te pierdes.
También se puede acceder por carretera. De hecho, para aparcar el parking recomendado es el del Área de Santa María de Vallvidrera.
Lo que no es viable es el autobús, pues no hay ni llegan.
*Sé que en Cataluña hay muchos lugares espléndidos para hacer senderismo, escalada, alta montaña, etc, pero el no tener coche es un handicap. No obstante, si alguien tiene en la recámara alguna rutilla para poder hacerla con transporte público que deje un comentario más abajo y las indicaciones necesarias para hacerla.