Hoy quiero escribir sobre mi Erasmus, una de las mejores aventuras que he podido vivir y que sin duda la volvería a repetir una y mil veces más. ¡Eso sí! Con las mismas personas con quienes compartí los nueve meses de estancia en Bolonia, Italia. Atrás han quedado muchos recuerdos que en tu día a día aludes, y añoras; las excursiones, las cenas, las fiestas o las risas, que almacenaste y metiste el último día de estancia en tu maleta. Para conmemorar aquellos momentos y tenerlos siempre presentes he querido hacer un glosario acerca de esta ciudad mágica.
Espero despertar el interés y contagiar las ganas de embarcarte en esta aventura, bien sea el destino Bolonia, París, Bruselas… ¡No os arrepentirás!
Aperitivi: un variado buffet libre acompañado por una bebida (la más popular, Spritz, una mezcla de bebidas alcohólicas ligeras), por el que pagas entre unos 7 o 12 euros. Es una tradición muy arraigada que incluso tiene como objetivo beneficiar a un público con menos recuersos económicos como somos los estudiantes. Empieza a partir de las 19:00, y es una manera de socializar, toma algo y volver a casa cenada. Para mí uno de los mejores es el Bounty.
Bici: el medio de transporte por excelencia. Para conseguir una no tendréis problemas. Hay personas que las ofrecen por unos 10/20 euros (negociar por el mejor precio posible), aunque esas bicicletas son robadas. Pero también hay medios legales para haceos con una, ¡el mercadillo de bicicletas! Se organiza al inicio del curso y es todo un espectáculo. Lograrás una bici siendo original, por ejemplo: cantando una canción, llendo disfrazado o representando una obra de teatro. Es divertido y una buena manera de socializar.
Cannabis protectio: forma parte de los siete secretos ocultos que están por la ciudad. Este hace referencia a la protección del cannabis en Bolonia. Prueba de ello es que el techo de una esquina de vía Independencia se puede leer “cannabis protectio”. Su pintor quiso mostrar, así, algunos de los placeres de su vida. El resto de secretos, vosotros mismos los tendréis que descubrir
Due torri: son las dos torres más famosas que aún hoy quedan en pie. Se puede subir a una de ellas, aunque la leyenda cuenta que hay que subir una vez licenciado, sino, nunca acabarás la carrera. Por la tontería yo al final no subí.
Emilia-Romagna: es la provincia de la que es capital Bolonia. Sus municipios más reconocidos son: Parma, Módena, Ferrara o Rávena.
Felice Cavallotti: es la calle en la que vivía. Está ubicada fuera de las murallas, junto a Porta Sant`Isaia. El sitio era tranquilo y con algunos vecinos hasta compartimos fiestas.
Giardini Margarita: es el principal parque público de la ciudad. Acudíamos a tomar el sol, estudiar, jugar con la nieve, hacer picnic o pasar un buen rato charlando. El bar que hay abría las noches de primavera-verano, convirtiéndose así en discoteca. (Muy recomendable ir, es muy bonito)
Italiani: son como nosotros; hablan alto y mucho, se animan a todo, les gusta viajar… ¡Eso sí! Los chicos son más cercanos. Las chicas se molestan con la presencia de erasmus féminas.
Kilometros: 40 son los que tienen los pórticos de Bolonia, los más largos del mundo. Es el patrimonio cultural más importante que posee la ciudad.
Laurea: es lo que celebra un estudiante cuando termina sus estudios universitarios. Familiares y amigos se unen para festejar ese día. A la persona laureada le disfrazan y le hacen jugarretas. Yo al licenciarme allí tuve mi laurea. Al salí del último examen, dos energúmenos (amigos de verdad) me abordaron tirando macarrones, me regalaron un cartel con fotos y por la noche la fiesta mejor no pudo ser.
Madonna: di San Luca. Es un importante santuario dedicado al culto católico mariano ubicado sobre el Colle della Guardia. Se llega desde Porta Saragozza y no tiene pérdida, el camino es hacía arriba y cubierto por pórticos.
Neptuno: es una fuente que se encuentra junto a la plaza mayor. Debido a su tamaño, los boloñeses la llaman “il Gigante”. Y este monumento también tiene su leyenda. Narra que antes de un examen importante el estudiante que quiera tener suerte debe dar dos vueltas en contra de las agujas del reloj alrededor de la fuente.
Osteria dell`Orsa: es el establecimiento al que seguro tenéis que ir. Todas nuestra visitas han comido ahí. Llama la atención por su ambiente familiar y la armonía que se forma entre todos los comensales. Y pidas lo que pidas, estará riquísimo. Aunque lo que recomieno es el “crostini misti” para compartir y luego un plato de pasta del menú.
Piazza Maggiore: es la principal plaza de Bolonia. Está rodeada por los principales edificios de la ciudad, como el Palazzo del Podestà, el Palazzo Re Enzo, el Palazzo Comunale y la Basílica de San Petronio. Es una parada obligatoria, y un buen plan tomarse un cappuccino en uno de los veladores que hay.
Rossa: docta e grossa, así se le denomina. Docta porque su universidad es la más antigua, rossa; por el color de sus edificios y por su histórica y marcada militancia comunista; y grossa por su conocida gastronomía.
Spacca Napoli: para los mas hambrientos y glotones. Es una pizzería donde sirven pizzas gigantes. Nosotros teníamos pique, a ver quien era el valiente de comerse una sola pizza el sólo.
Tagliatelle al ragù: es lo mismo que la salsa bolognese. Aunque en las comarcas cercanas a Bolonia se emplea más el nombre ragù.
Università: es la más antigua del mundo, fundada en 1088, a partir de escuelas municipales en lugar del origen episcopal de la mayoría de universidades europeas. En la actualidad es uno de los centros de enseñanza que más alumnos congrega de Europa superando los 100.000 estudiantes.
Villa Serena: es una discoteca que se abre al público en ocasiones especiales como carnaval o en época veraniega. Es una casona a las afueras, con jardines, columpios, barras al aire libre, reservados y un amplio espacio verde.
Ryanair: viaja a muchas parte del mundo desde el aeropuerto de Bolonia, G. Marconi. Eso es un atractivo más para la ciudad, ya que con esta línea aérea pudimos visitar a varios destinos europeos.
Zamboni: es una de las arterias más importantes. En esta vía están ubicadas las universidades más relevantes. Y el ambiente estudiantil se respira en todas sus esquinas, sobre todo en Piazza Verdi. De verdad que aquí tenéis que ir sí o sí.
Miryam Tejada