Porque, tarde o temprano, siempre se van…
Primero fue Marina, luego Miriam, hace nada Cristina y en unos meses tendré que decir adiós a mí pilar fundamental en Barcelona. Y no quiero 🙁
Pero lo “peor” de todo es que estoy feliz y, sobre todo, orgullosa. Orgullosa de saber que quién me rodea persigue sus sueños, los consigue y no se amilana ante una rutina que no le corresponde.
Orgullosa de saber que mí paso por Barcelona no ha sido en balde, pues vosotras me habéis enseñado que la vida se puede vivir como a una le apetezca. Que las imposiciones nos las ponemos nosotras mismas y luchar por lo que te hace feliz no es complicado si tienes a tu lado personas que no te juzgan.
La noticia de “me voy un año, dos o varios meses de viaje a la otra punta del mundo” siempre viene acompañada por un brillo en la mirada que a NADIE le he visto antes. Un brillo que supone nervios, agallas, angustias, retos, alegrías, lágrimas, decisiones… Un brillo que pide a gritos respeto y comprensión. No estamos locas por dejar un trabajo fijo, por no querer tener hijas o por querer invertir el dinero de una vivienda en una vuelta al mundo.
¡Ya no! Ya no me siento culpable por no compartir tus mismos intereses. Por vivir en una burbuja de sueños e ilusiones. Por sacarme las castañas del fuego cada día, pues mañana no sé lo que pasará, lo que vendrá.
Ya no le doy vueltas al hecho de porqué, la mayoría, no me entiende. Mí mayoría sois vosotras. Las que me enseñáis que Irán es un país con una cultura excelente. Que viajar sin un duro por Latinoamérica y sonreír todos los días es posible. Que dar clases en la universidad de Egipto, en pleno conflicto, no es estar chiflada. Que el México que conocemos no corresponde a todo el país. Que la envidia y la competitividad no son palabras que encajan en nuestros diccionarios. Y que a pesar de que la vida se cebe contigo, siempre lloraremos juntas (tras ocho horas de viaje).
Y todos estos conceptos happyflowers tan sólo se compran con un par de cervezas en cualquier terraza rancia y barata, con una jartá de risas y con ganas de comerse el mundo.
El gen viajero existe
¡Así es! Y muchas lo sufrimos. No me he ido todavía a Tailandia y ya he mirado vuelos y destinos para el 2017… Es inevitable. Igual que es inevitable que caiga una lagrimilla escribiendo este post que seguramente sólo leáis vosotras, las que me habéis visto crecer, ya que a la “mayoría” la idea de escribir en un blog/revista/ser periodista les resulta algo banal. Lástima que la sociedad se mida con raseros tan elitistas…
Sin embargo recuerda que no somos de la generación de los lamentos: “aiii si yo hubiera pillado tus años”, “yo porque no he podido sino…”, “aprovecha porque nosotras casadas y con hijas (45 años) se nos ha pasado el arroz” C’est la vie ¡Alucinante! Aunque si continúas pensando así es porque quieres.
No sólo en las películas hay finales felices. Tu también puedes construirte el tuyo.
Ais, qué bonito!!! Me has emocionado!! Gracias cariño por tus palabras hacia todas nosotras. Me alegro tanto de tenerte. Te quiero mucho!!! Y aunque vayamos y vengamos, lo bueno de tener otra mentalidad es que son amistades que superan barreras 🙂 Muaaaakkk!!
Hombre a mí boda vienes 😉 jajajaja Aunque sólo sea por ver lo bonito que es Eibar!!!!
Eso por supuesto! Y a tu despedida también XD Que ese viaje sí que puede ser épico jajajaja
Bon voyage y a seguir viajando y mirando vuelos! Yo ya tengo el de este otoño 😉
¿Cuál es el destino para la ocasión?
Me encantas! Olé y olé se me ha hecho corto el post! Que bonito! Estos posts que tanto expresan son los que más llegan.Cuánto sentimiento! Sigue escribiendo please y así con el corazón! Con ese gran corazón que tienes! Un abrazo enorme! Espero que nos volvamos a ver pronto, tienes el don de sacar sonrisas Muuuuaaaa
Qué bonita eres 🙂 Ojalá nos pudieramos ver más a menudo. Os espero en Barcelona ¡Besos!
P.D: ¿para cuándo un viaje de chicas?